La representación del territorio nacional es uno de los acontecimientos importantes en el ámbito de la cartografía granadina de mediados del siglo XIX. Entre 1847 y 1865 se elaboraron al menos 6 mapas del conjunto del país, centrados en la geografía física y en la división política. Ellos son el Mapa de la república de la Nueva Granada dedicado al Barón de Humboldt por el coronel de artillería Joaquín Acosta (1847) ; el Plan corográfico del Estado de la Nueva Granada construido de orden superior para el arreglo de estafetas (1850) con inspección, dirección de Joaquín Acosta y Benedicto Domínguez y dibujado por Mariano Inojosa ; el Mapa de la Nueva Granada (1850) por Genaro Gaitán y Ramón Posada ; la Carta de la república de la Nueva Granada conforme a su última división política (1852) por Tomás Cipriano de Mosquera ; el Mapa de la República de la Nueva Granada por Joaquín Acosta, arreglado al sistema federal (1858) por José María Samper y la Carta Geográfica de los Estados Unidos de Colombia, antigua Nueva Granada construida de orden del Gobierno central con arreglo a los trabajos corográficos del general Agustín Codazzi (1865) por Manuel Ponce de León y Manuel María Paz.
La construcción de estos mapas se suma la navegación de algunos ríos cuya importancia residía en que hacían posible la comunicación con el exterior, como el Atrato y el Magdalena que permitían la circulación hacia el Atlántico, o el Meta, cuyo interés estaba vinculado con el tema de la frontera con Venezuela. De otra parte, la atención palpable por la exploración del Istmo de Panamá, los esbozos de una cartografía de las costas y la elaboración de mapas que buscaban proyectar una idea del territorio granadino, indican que geógrafos y cartógrafos buscaron ver más allá de la provincia granadina. (Duque Muñoz, 2006: 11-30) Puede afirmarse que en el país se estaban dando pasos iniciales hacia una concepción menos dividida y confinada del espacio geográfico.
La construcción de estos mapas se suma la navegación de algunos ríos cuya importancia residía en que hacían posible la comunicación con el exterior, como el Atrato y el Magdalena que permitían la circulación hacia el Atlántico, o el Meta, cuyo interés estaba vinculado con el tema de la frontera con Venezuela. De otra parte, la atención palpable por la exploración del Istmo de Panamá, los esbozos de una cartografía de las costas y la elaboración de mapas que buscaban proyectar una idea del territorio granadino, indican que geógrafos y cartógrafos buscaron ver más allá de la provincia granadina. (Duque Muñoz, 2006: 11-30) Puede afirmarse que en el país se estaban dando pasos iniciales hacia una concepción menos dividida y confinada del espacio geográfico.
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